Cuáles son las herramientas más útiles para acceder al mercado

¿Cuáles son las herramientas más útiles para acceder al mercado? ¿Cómo afrontar una inversión con éxito? ¿Qué tipo de análisis utilizar antes de comprar un activo financiero?

 

Estas son preguntas que aparentemente parecen sencillas de responder pero que a la hora de tomar una decisión de inversión pueden no serlo tanto.  Dentro del universo financiero existen infinidad de activos financieros con características muy distintas.

 

Es por esta razón por la que debemos profundizar lo máximo posible a la hora de tomar una decisión. Siempre podemos dejarnos aconsejar por un experto en el caso de que no tengamos el tiempo suficiente ni contemos con conocimientos para dirigir personalmente el rumbo de nuestras finanzas.

 

Una vez dicho esto y siempre que queramos dirigir nuestras inversiones personalmente, ¿qué accesos a la información podemos encontrar? – pues actualmente y gracias a internet, existen infinitas fuentes de información gratis al alcance de todos.  Sorprende la cantidad de personas del sector y gente que aunque no se dedique profesionalmente a ello, hace de las inversiones su modus vivendi o por lo menos obtiene una cantidad suficiente para vivir del trading o de operar regularmente en bolsa.

 

¿Qué sistemas utilizan ellos para recomendar una u otra inversión?

 

La mayoría de los analistas y/o expertos utilizan dos tipos de análisis para el estudio de los activos financieros. Por un lado, el análisis fundamental y por otro complementario al primero, el análisis técnico.

 

El primero sería el estudio de una empresa desde su balance, es decir, escudriñar sus números.  Ventas, ingresos, gastos y hacer un estudio de las proyecciones de esos datos a más de un año. Cuanto espero crecer en los próximos años básicamente o si por el contario debo de acometer recortes para seguir desarrollando mi actividad.

 

Este es un trabajo bastante arduo, reservado para los analistas ya que para entender las cuentas de una empresa hay que tener formación específica. Este tipo de análisis es subjetivo, dependerá de la visión y forma de calcular esas proyecciones a futuro, algunos analistas darán más peso a determinadas variables que otros, por ello el resultado final de valoración será distinto si comparamos unos analistas con otros sobre el mismo valor.

 

El segundo tipo de análisis comentado es el técnico, este se divide en chartista y cuantitativo. El chartista sería el estudio del activo mediante gráficos y el segundo incluye el estudio de los osciladores.

 

Dicho análisis se lo debemos a la Teoría de Dow que establecía que la cotización refleja todas las fuerzas que intervienen en el mercado, todo estaría incluido en el precio (resultados de las empresas, noticias…) que las cotizaciones se mueven en tendencias (alcistas, bajistas y laterales) y que dichas pautas se repiten en el tiempo.

 

Estudiando los gráficos se establecen las tendencias, los puntos de soporte y resistencia, los cruces de indicadores, etc. El trader técnico toma sus decisiones, en general discrecionales, observando los gráficos y operando según lo que ve. Dentro de este tipo de estudio, encontramos gran diversidad de figuras chartistas; canales por donde se mueven los precios de un activo, figuras de cambio de tendencia como los conocidos hombro cabeza hombro, techos, suelos etc etc.

 

Lo ideal a la hora de invertir sobre un activo, es la combinación de ambos estudios. Después de un análisis de cómo está la empresa, es decir, de ver profundamente sus ratios y balance, veríamos su momento gráficamente para buscar una buena entrada.

 

Se puede dar el caso de haber elegido una compañía para comprar sus acciones pero que el momento no sea el adecuado, el análisis técnico nos puede ayudar a buscar un punto de entrada eficiente. Ahí es donde más nos ayuda este tipo de análisis, a elegir bien los puntos de entrada y de salida lógicamente.

 

Igual de importante es saber comprar un valor como saber cuándo hay que vender y recoger beneficios.

 

Volviendo al análisis fundamental, en que ratios me debería fijar para saber si conviene comprar una acción de una determinada compañía. Destacaríamos los siguientes:

 

PER: mide la relación entre el precio de la acción y el beneficio por acción (BPA). Indica el número de veces que el beneficio está contenido en el precio de la acción. Es decir, que si el PER es 20 eso querrá decir que el precio es veinte veces el beneficio que obtiene la empresa. O lo que es lo mismo, habrá que estar veinte años acumulando beneficios hasta llegar a compensar la inversión inicial.

 

En general, cuanto más alto es el PER, más caras estarán las acciones o más años habrá que esperar para recuperar la inversión dado el ritmo de generación de beneficios de la empresa.

 

La rentabilidad por dividendo: Este ratio se obtiene al dividir el dividendo por acción (DPA) entre la última cotización de la acción. Desde la perspectiva del accionista, este ratio debe ser cuanto más elevado mejor, ya que mide la rentabilidad que se obtiene con el pago de los dividendos. El inversor que quiera configurar una cartera por dividendo, elegirá aquellos que le reporten mas rentabilidad.

 

Pay-out: Está relacionado con el ratio anterior. El inversor anterior se fijará en este ratio, en la medida en que refleja la política de dividendos que aplica la compañía. Se calcula mediante el cociente entre el dividendo por acción y el beneficio por acción. Y mide el porcentaje de los beneficios que se destinan a repartir en forma de dividendo, por lo que al accionista le interesa que sea cuanto más alto mejor.

 

ROE: Este ratio mide el rendimiento que obtienen los accionistas del capital invertido en la sociedad; es decir, el ROE trata de medir la capacidad que tiene la empresa de remunerar a sus accionistas.

 

Se suele expresar como porcentaje, y tiene como fórmula = Beneficio Neto después de Impuestos / Capital propio.

 

El Capital Propio, sería el patrimonio neto, si bien de este patrimonio neto se deberían deducir los beneficios puesto que estos también se integran dentro de dicha partida del balance y obviamente no han sido aportados por los accionistas.

 

La principal utilidad es saber cómo se están empleando los capitales de una empresa. Cuanto más alto sea el ROE, mayor será la rentabilidad que una empresa puede llegar a tener en función de los recursos propios que emplea para su financiación.

 

ROA: Rentabilidad de las inversiones, sirve para comparar la empresa con el sector. Me da una medida de lo capaz que es la empresa en transformar la inversión en ingreso neto. Cuanto más alto sea este ratio mejor.

 

Su cálculo sería :

 

ROA: Beneficio neto/ Activos totales

 

Precio/Valor Contable: es el ratio clásico para valorar acciones desde un punto de vista teórico. Se obtiene al dividir el precio de una acción por su valor teórico contable, o lo que es equivalente, dividir la capitalización bursátil entre los fondos propios:

 

PVC= Capitalización bursátil / Fondos Propios = Precio por acción / Fondos propios por acción

 

Normalmente el ratio PVC suele cotizar en un rango entre 1,5 y 2,5.

 

Price to Free Cash Flow o Ratio Precio-Flujo de Caja Libre: es el ratio que relaciona la capitalización bursátil de una compañía con sus flujos de caja libres. El flujo de caja libre es un valor objetivo. Por ello, este ratio puede considerarse más objetivo que el PER, aunque requiera un cálculo más complejo.

 

Su cálculo es como sigue:

 

P/FCF = Capitación bursátil / Flujos de caja libre = Precio por acción / Flujo de caja libre por acción

 

Aunque hay muchos más, el estudio de los ratios bursátiles nos ayudará a saber si estamos delante de una buena inversión o por el contrario la compañía objeto de estudio atraviesa por problemas financieros y claramente no nos interesa invertir en ella. También me ayudará a comparar la compañía estudiada con el sector y poder ver ventajas o percatarnos que tiene peores ratios que sus homólogas por ejemplo.

 

Foto: Aviv Ben Or. Unsplash