Fiscalidad de un plan de pensiones
Fiscalidad del Plan de Pensiones: todo lo que tienes que saber
La fiscalidad de los planes de pensiones es uno de los motivos por el que esta herramienta de inversión lleva años siendo una de las más utilizadas para planificar la jubilación.
La tributación de los planes de pensiones tiene ventajas durante las aportaciones, pero puede complicarse en el momento del rescate. Veamos cómo funciona en ambos casos.
¿Qué es la fiscalidad de los planes de pensiones?
La fiscalidad de los productos de inversión se refiere a cómo tributan en los diferentes impuestos, con el foco normalmente puesto en el IRPF. En otras palabras, nos habla de los impuestos que habrá que pagar por invertir con ellos.
Esta información sirve de apoyo al decidir si invertir en planes de pensiones o en fondos de inversión, por ejemplo. Y es que la fiscalidad es una parte clave para calcular la rentabilidad real de cualquier inversión.
La particularidad de la tributación de los planes de pensiones es que no solo se centra en el rescate, sino que también afecta a las aportaciones.
Cómo afecta la fiscalidad a las aportaciones al plan de pensiones
Los planes de pensiones son de los pocos productos de inversión junto con los PPA o Planes de Previsión Asegurados con los que es posible desgravar las aportaciones realizadas.
En otras palabras, que el dinero invertido sirve para pagar menos impuestos en la declaración de la renta.
En concreto, esas aportaciones se reducen de la base imponible general. A efectos prácticos, ese capital ya no tributará en el IRPF y se dejará de pagar impuestos por él.
La ganancia fiscal viene determinada por el tipo marginal del contribuyente, que es el tipo máximo al que tributa en el IRPF según los tramos actuales.
| Base imponible | Tipo a aplicar |
| Hasta 12.450 euros | 19% |
| De 12.450 euros a 20.200 euros | 24% |
| De 20.200 euros a 35.200 euros | 30% |
| De 35.200 euros a 60.000 euros | 37% |
| De 60.000 euros a 300.000 euros | 45% |
| A partir de 300.000 euros | 47% |
A modo de ejemplo, una persona con una base imponible de 30.000 euros que aporte 1.000 euros a su plan de pensiones, deducirá un 30% de esa cantidad o 300 euros.
Límite de aportaciones y deducción fiscal
La ventaja fiscal por invertir en planes de pensiones hace que existan una serie de límites en las aportaciones y en la cantidad a desgravar.
La cantidad máxima que se puede invertir en un plan de pensiones está marcada por ley y depende del tipo de plan de pensiones. Son las siguientes:
- Hasta 1.500 euros en planes de pensiones individuales, que son los que puede contratar cualquier persona.
- Hasta 8.500 euros en planes de pensiones de empleo, que son los que las empresas tienen para sus empleados.
- Hasta 4.250 en planes de pensiones de empleo simplificado, que son una variante de los anteriores destinados a autónomos.
Además, también es posible aportar hasta 1.000 euros a planes de pensiones del cónyuge siempre que sus rendimientos netos no superen los 8.000 euros.
Por su parte, el límite de las deducciones será la cantidad invertida hasta un máximo de un 30% de los rendimientos de trabajo y actividades económicas de los inversores.
Tributación del plan de pensiones al rescatarlo
Las deducciones sobre el plan de pensiones no son un regalo, sino un diferimiento fiscal. En otras palabras, que habrá que pagar impuestos por ese capital al recuperar el plan.
La fiscalidad del rescate del plan de pensiones es algo más compleja que la de otros productos porque no tributa dentro de las rentas del ahorro y porque ofrece más opciones, como veremos a continuación.
¿Cómo tributa un plan de pensiones al rescatarlo?
El rescate del plan de pensiones tributa dentro de la base general de IRPF. De hecho, las rentas percibidas se suman a los rendimientos del trabajo y actúan como un pagador más, igual que el salario o la pensión pública.
Esto quiere decir que afectarán a la obligación de tener que presentar la renta, que tiene en cuenta tanto el nivel de ingresos como el número de pagadores. En concreto, es obligatorio hacer el IRPF cuando se han ingresado más de 15.000 euros en total y más de 1.500 euros proceden del segundo o siguientes pagadores, como en este caso sería el plan de pensiones.
Al rescatar el plan de pensiones hay que tributar tanto por el beneficio como por el capital aportado. La razón es muy sencilla: simplemente se está tributando por ese capital que se dejó de tributar al invertir y, como sirvió para reducir la base general del IRPF, parece lógico que después se sume a esa misma base.
Diferencias entre rescatar en forma de capital o de renta
La segunda particularidad de la fiscalidad del rescate del plan de pensiones es que permite tres fórmulas diferentes de rescate: en forma de capital, en forma de renta o en forma mixta y cada una tiene sus particularidades.
El rescate en forma de capital implica recuperar todo el capital acumulado de golpe, en una sola disposición.
Esta fórmula tiene una ventaja fiscal. Es posible aplicar una reducción del 40% sobre las cantidades aportadas hasta el 31 de diciembre de 2006 y también sobre los beneficios generados.
Para poder disfrutar de esta bonificación es necesario recuperar el plan en forma de capital durante los dos años siguientes a la jubilación.
Por su parte, el rescate en forma de renta implica recuperar poco a poco el capital acumulado a través de ingresos periódicos que normalmente son trimestrales, semestrales o anuales.
Aquí no se aplica bonificación alguna y todo el capital recuperado se suma a la base general del IRPF.
Por último, es posible combinar las dos alternativas anteriores y recuperar una parte en forma de capital para tener liquidez inmediata al jubilarse y el resto en forma de rentas.
Estrategias para optimizar la fiscalidad del plan de pensiones
La primera estrategia para optimizar la fiscalidad del plan de pensiones tiene que ver con el momento de las aportaciones. Consiste en calcular si el tipo marginal durante la inversión será o no superior al tipo marginal pagado durante el rescate.
Una forma de hacerlo es pensar si los ingresos totales son mayores al invertir o lo serán al rescatar. Así asegurar un rendimiento fiscal dentro del plan de pensiones, más allá de la propia revalorización del producto.
En el momento del rescate, la principal decisión será cómo recuperar la inversión: en forma de renta o de capital.
Como norma general, hacerlo en disposiciones periódicas suele limitar el impacto fiscal. Para entenderlo, basta con recordar que el dinero rescatado se suma a la base general de IRPF, por lo que todas las cantidades que superen los 60.000 euros tributarán a un tipo del 45%.
En cualquier caso, es importante hacer cálculos teniendo en cuenta la situación general, también al rescatar como renta, para evitar saltar de tramo en el IRPF.
Por último, una buena estrategia de rescate es esperar al año siguiente a la jubilación. Y es que la pensión pública cubre de media un 78% del último salario, por lo que lo normal será que la base imponible de ese año sea superior a la del siguiente.
Además de conocer a fondo la fiscalidad del producto, también es importante investigar para dar con un buen plan de pensiones. En EBN Banco encontrará diferentes planes de pensiones para escoger el que mejor se adecúe a sus objetivos.
