Cómo empezar a invertir sin conocimiento financiero

Quien más y quien menos es consciente de la necesidad de ahorrar para el futuro, pero la cosa cambia cuando se introduce la inversión. Y es que, el ahorrador español es conservador por naturaleza, y le cuesta asumir una de las máximas del mercado: para obtener una buena rentabilidad, es necesario asumir algún riesgo.

El miedo a perder es uno de los sesgos conductuales básicos y está en la base de muchas malas decisiones financieras, entre ellas la de no empezar a invertir. Lo cierto es que empezar a invertir sin ser un experto es posible. De hecho, se puede empezar desde cero con pocos conocimientos e ir adquiriendo experiencia con el tiempo. La clave para tener éxito es saber cómo y con qué productos hacerlo.

 

Por qué es necesario invertir

 

Antes de llegar al cómo y al dónde, es necesario conocer el por qué. Ahorrar es el primer paso para conseguir sus objetivos financieros, pero hoy en día no es suficiente. Para poder costearse la jubilación con la que sueña, comprar una casa o llevar a sus hijos a la universidad que desea, necesitará algo más que su ahorro.

Para que lo entienda mejor, vamos a poner el caso de dos amigos: Juan y Raúl. Ambos empezaron a ahorrar 250 euros al mes con 22 años.

Ahora, con 25 años, Juan decide que no solo ahorrará ese dinero, sino que además lo invertirá con una rentabilidad del 4% anual. ¿Cuánto tendrá cada uno cuando tengan 45 años? En ese plazo de 20 años Raúl habrá juntado gracias a sus ahorros la nada despreciable cantidad de 144.000 euros sin contar con el efecto de la inflación.

¿Y Juan? Tendrá en su cuenta más del doble de ese capital. En concreto, llegará a los 45 años con 423.478 euros, de los que 279.478 serán intereses que le han generado sus ahorros.

Por eso es tan importante invertir, especialmente a largo plazo. El tiempo es una de las grandes ventajas del inversor particular gracias al interés compuesto y a que, a largo plazo, el riesgo (la volatilidad) se reduce.

En este punto es cuando el sesgo conductual del miedo a la pérdida atenaza a la mayoría de ahorradores y surge la pregunta de si se puede invertir sin saber de finanzas.

Lanzarse al mercado sin un mínimo de conocimientos es muy peligroso y también más habitual de lo que pueda pensar. A fin de cuentas, seguro que conoce a alguien que invirtió con buenos resultados guiado por el consejo de su cuñado, un amigo o simplemente por una noticia que vio en prensa.

Cómo empezar a invertir desde cero sin conocimiento previo

No hace falta ser un trader profesional ni tener la carrera de económicas o un máster en mercados para empezar a invertir, como tampoco es necesario tener un millón de euros. Esto no quiere decir que se pueda lanzar al mercado sin un mínimo de conocimientos. Hacerlo puede ser muy peligroso.

En este punto, hay dos vías para empezar en el mundo de la inversión sin saber de finanzas.

Formación y aprendizaje a través experiencia

¿Quiere invertir por su cuenta? Lo primero que debe hacer es dejar de ser un iletrado financiero. En otras palabras, debe formarse en finanzas personales e inversión.

En este punto hay una cosa que debe tener clara: no es necesario hacer ningún máster ni ningún curso de miles de euros para empezar a invertir. Puede encontrar información de calidad y bien estructurada en internet acudiendo a fuentes adecuadas y contrastadas, como este blog.

A partir de ese punto, buena parte del éxito dependerá más de evitar errores de bulto que de tener grandes aciertos. Entre los mínimos que conviene tener en cuenta destacan:

● Invertir solo el capital que no necesite o que esté dispuesto a perder. Esto se traduce en no invertir todos los ahorros disponibles, mantener un fondo de emergencia. Un error habitual es destinar a la inversión más capital del recomendado según las circunstancias personales y el horizonte de inversión.
● Conocer su perfil como inversor. Esas circunstancias personales mencionadas están recogidas en el perfil de inversión, que mide la aversión al riesgo y la capacidad de asumir riesgos de cada inversor. El primero viene dado por su actitud frente al riesgo entendido como volatilidad (como se comporta ante las caídas de mercado o la posibilidad de pérdidas) y el segundo por el horizonte temporal o cuánto tiempo se prevé mantener la inversión. En teoría, cuanto más corto es el plazo de inversión menos riesgo se debe asumir (primará mantener el capital), mientras que a largo plazo ya es posible asumir más riesgos porque hay más tiempo para recuperarse de eventuales caídas. Además, este perfil también tiene en cuenta otras cuestiones como la experiencia del inversor o su situación económica.
● Nunca perder de vista las comisiones. Toda inversión implica el pago de comisiones, pero existe una enorme diferencia entre pagar un 1,5% de comisión o un 1%. Y dependiendo del producto en cuestión ese 0,5 puede deberse a comisiones totalmente evitable. Hay que saber dónde invertir los ahorros sin retrocesiones ni costes
adicionales. Por eso, en el buscador de fondos de inversión de EBN Banco podrá encontrar y comparar las diferentes clases de un mismo fondo de inversión.
● Dejase llevar por las modas. En la inversión como en cualquier otro ámbito de la vida, existen tendencias y productos de moda. Son los que aparecen en medios de comunicación y en redes sociales, pero no tienen por qué ser siempre los mejores para su bolsillo ni para una persona que empieza a invertir. Antes de ponerse en marcha es necesario plantearse por qué esa empresa, fondo o activo puede ser o no adecuado según sus circunstancias personales y objetivos de inversión.
● No diversificar adecuadamente. La diversificación es la protección contra la ignorancia, según Warren Buffett. Diversificar consiste en invertir en diferentes activos, como por ejemplo empresas de distintos sectores o países, para minimizar así el riesgo de la cartera.

Este proceso de aprender a invertir puede parecer sencillo resumido en un párrafo, pero implica tiempo y estar dispuesto a asumir pérdidas durante el camino. A fin de cuentas, nadie nace aprendido, y en los mercados este aprendizaje equivale a cometer errores que pueden costarle dinero.

Sin embargo, como suele decirse, solo se cometen errores cuando no se aprende. Si se extrae una lección de ese fallo, no se podrá hablar de fracaso, sino de un paso más en su camino como inversor.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que invertir por uno mismo es un proceso que nunca termina. Tendrá que hacer un constante seguimiento de sus inversiones, buscar nuevas alternativas de inversión y seguir formándose. En pocas palabras, destinar buena parte de su tiempo a su dinero.

Los conocimientos mínimos que necesitará para invertir empiezan por tener claras cuestiones, como el poder del interés compuesto, la diferencia entre invertir a corto-medio y largo plazo a la hora de asumir riesgos y, por supuesto, saber cómo funciona cada producto de inversión, con sus ventajas y desventajas. Un fondo de inversión no es como una acción, y tampoco como un plan de pensiones o como un ETF, por poner algunos ejemplos.

Empezar a invertir con la ayuda de un experto

La alternativa para invertir sin conocimientos financieros es hacerlo de la mano de asesores financieros expertos en inversión. Del mismo modo que para reformar su casa contará con profesionales, para reformar sus finanzas personales y sus inversiones también puede recurrir a un profesional.

Un buen asesor financiero se encargará de guiarle en este camino y de acompañarle para obtener una rentabilidad adecuada para sus inversiones en función de su perfil de inversor y sus objetivos. Esta figura puede ser útil incluso si está pensando en invertir por su cuenta, ya que puede gestionar una parte de sus ahorros mientras dedica otra parte a formarse para invertir.

Con el servicio de gestión de carteras de EBN, un asesor financiero se encargará de gestionar sus inversiones para que pueda alcanzar sus objetivos sin que tenga que hacer nada. Si prefiere ser usted quien pulsa el botón de contratar y toma la última decisión, valoramos su cartera y le proporcionamos asesoramiento y recomendaciones de inversión adecuadas a su perfil, horizonte de inversión y aversión al riesgo.

Contar con un experto puede ser una buena forma de empezar a invertir sin conocimientos. De esta forma se asegura que una parte de su capital obtiene un rendimiento adecuado mientras se va formando por su cuenta, haciendo pruebas y descubriendo su la inversión es algo que realmente le atrae o si, por el contrario, es algo que prefiere delegar en terceros.

Dónde empezar a invertir

En el mundo de la inversión hay muchas alternativas y vehículos disponibles, pero si hablamos de comenzar a invertir desde cero y sin experiencia, las opciones disminuyen.

Evidentemente, todo dependerá del perfil de inversor y el horizonte temporal. Por ejemplo, para un inversor conservador serán más adecuados los depósitos o la renta fija que la inversión en renta variable a través de bolsa.

Sin embargo, en cuanto a vehículos de inversión, el más sencillo como punto de partida puede ser un fondo de inversión. Las acciones suelen ser el punto de entrada a los mercados de muchos inversores, pero tienen ciertas desventajas para una persona sin conocimientos ni experiencia. Por un lado, hacen falta más conocimientos para valorar adecuadamente una empresa y conocer su negocio, fundamentos e incluso historia bursátil. Un fondo es más sencillo de analizar. A modo de ejemplo, es más fácil analizar un sector entero que una empresa dentro de ese mismo sector.

Por otro lado, hace falta más capital para diversificar adecuadamente. Y es que, por el precio de una sola acción se puede comprar una participación en un fondo de inversión donde estará invirtiendo en decenas e incluso cientos de empresas por el mismo precio.

En EBN Banco encontrará un supermercado de fondos de inversión, todos con su clase limpia y las mínimas comisiones.