Hay vida detrás de las cuentas corrientes al uso. En España convive más de un tipo de cuenta bancaria. Si lo que busca es una que le ofrezca rentabilidad, una cuenta remunerada es la mejor opción.

 

Qué es una cuenta remunerada

 

Las cuentas remuneradas son un tipo de cuenta bancaria especial con una gran diferencia frente a una cuenta corriente al uso: permiten obtener rendimientos por el dinero que hay en ellas.

 

En este sentido, podría considerarse una mezcla entre una cuenta corriente tradicional y un depósito bancario, sólo que sin los límites de liquidez ni las restricciones operativas de este último. Y es que en una cuenta remunerada podrá disponer de su dinero en cualquier momento, sin ningún tipo de restricción.

 

Además, podrá llevar a cabo buena parte de las operaciones que haría con una cuenta corriente al uso. Por eso mismo este tipo de cuentas son idóneas para guardar el fondo de emergencia o el dinero que pueda necesitar a corto plazo.

 

Características de las cuentas remuneradas

 

La disponibilidad y la remuneración son dos de las características de este producto de ahorro. El resto de las propiedades de las cuentas remuneradas son:

 

  • • Sin comisiones. Esta es una característica que comparten las mejores cuentas remuneradas del mercado y que incluyen las cuentas remuneradas de EBN Banco, que remuneran desde 0,05%TAE al 0,20% TAE.
  • • Sin necesidad de vinculación. En el mercado existen cuentas remuneradas sin nómina, que no exigen domiciliar la nómina para poder contratarlas y tampoco incluyen ningún tipo de vinculación adicional. En otras palabras, puede contratar sólo esa cuenta y ningún producto más.
  • • No permite domiciliar recibos. A diferencia de una cuenta corriente, como norma general las cuentas remuneradas que más rentabilidad ofrecen no permiten domiciliar ningún tipo de recibo ni vincular tarjetas de crédito a la cuenta.
  • • No permiten descubiertos. Esta es la otra gran diferencia entre una cuenta remunerada y una cuenta corriente es que con las primeras no es posible quedarse en números rojos.

 

Ventajas de las cuentas remuneradas

 

La principal ventaja de una cuenta remunerada es su combinación de seguridad, liquidez y rentabilidad.

 

Para empezar cuentas remuneradas están protegidas por el Fondo de Garantía de Depósito (FGD), que garantiza hasta 100.000 euros por entidad y cliente. En otras palabras, este organismo se encarga de pagarle ese dinero en el hipotético caso de una quiebra bancaria.

 

Por otro lado, en una cuenta remunerada su ahorro estará siempre disponible. No pueden existir límites a la retirada de dinero.

 

Y por último, lo que define una cuenta remunerada es la remuneración, esa rentabilidad que ofrece. En el caso de la cuenta remunerada de EBN Banco, esa rentabilidad va desde el 0,05% al 0,20% sin necesidad de domiciliar la nómina ni contratar ningún tipo de producto financiero adicional.

 

Cómo funciona una cuenta remunerada

 

El funcionamiento básico de una cuenta remunerada es relativamente sencillo. El ahorrador deposita el dinero que quiera y éste va creciendo desde el primer momento. Así de simple. Los intereses que genere ese ahorro se ingresan en la cuenta y así se puede aprovechar el interés compuesto.

 

A partir de ahí la clave está en el cálculo de la rentabilidad y cada cuánto se abonan los intereses. La opción más repetida es que los intereses se calculen a partir de un saldo mínimo en cuenta, bien teniendo que superarse un mínimo diario o como la media de saldo de un periodo concreto.

 

Un ejemplo concreto: la cuenta remunerada al 0,05% y la Cuenta remunerada de Inversión al 0,20%.

 

¿Cómo funciona este producto y cuántos intereses paga? La cuenta de EBN Banco no tiene comisiones y es una cuenta remunerada sin nómina. La remuneración que ofrece es de un 0,05% o un 0,05% TIN para cuentas con un saldo mínimo de 3.000 euros y un máximo de 30.000 euros (a partir de esa cantidad no se aplicarán los intereses).

 

Esta cuenta abona los intereses de forma trimestral. Con estas condiciones, si mantiene un saldo diario de 3.000 euros durante un año los intereses brutos que recibiría serían de 1,50€ (1,21€ netos).