¿Qué es el sobreendeudamiento y cómo combatirlo?

Acumular deudas hoy en día es tan fácil como pagar con tarjeta de crédito o aprovechar todas esas ofertas de pago a plazo sin intereses. Gastar es muy fácil y la consecuencia es verse envuelto en una espiral de deuda y sobreendeudamiento.

¿En qué consiste exactamente el sobreendeudamiento? Algo tan sencillo como que las obligaciones financieras superen los ingresos o que el mes se haga demasiado largo para tu salario.

Con esta definición, parece imposible que alguien no se dé cuenta de que está sobreendeudado. Por desgracia, la realidad es bien distinta. Medios de pago como las tarjetas revolving con pagos mínimos hacen que no siempre sea fácil conocer el nivel real de deuda. Además, este camino hacia un estado de deuda excesiva suele producirse más por pequeñas compras y un equilibrio precario entre gastos e ingresos.

Por ejemplo, puedes creer que la deuda está bajo control hasta que sube la hipoteca a tipo variable, se rompe el coche o tienes que cambiar algún electrodoméstico.

 

¿Cómo saber cuándo la deuda es un problema?

 

A lo largo de este camino suele haber indicaciones de que el nivel de deuda empieza a ser excesivo. Desde que cada vez cueste más llegar a final de mes hasta dejar de tener capacidad de ahorro o empezar a pagar una deuda con otras. Es decir, tener que endeudarse para hacer frente a los pasivos financieros.

La forma más fácil de saber si el nivel de deuda es excesivo es con el clásico sistema 70-30. En otras palabras, que la deuda no supere un 30% de los ingresos. Ese es el límite de deuda por el que la mayoría de entidades financieras conceden una hipoteca y es un buen punto de referencia.

Todo nivel de deuda que supere entre un 30% y un 40% de los ingresos sería una señal para hacer algo con la deuda.

 

 

Cómo combatir el sobreendeudamiento

 

¿Qué puedes hacer una vez has caído en una situación de sobreendeudamiento? Esto son los dos pasos a seguir:

Deja de endeudarte

 

La única forma de determinar la espiral de deuda es dejar de seguir endeudándose. Para conseguirlo se pueden hacer dos cosas:

  • Revisar gastos y ajustar el presupuesto. Empieza por eliminar los gastos innecesarios como suscripciones para cuadrar las cuentas para que los ingresos igualen a los gastos.
  • Congela alguno de tus préstamos o reduce el pago mensual. Si tienes una hipoteca, puedes pedir un periodo de carencia y si el problema son las tarjetas de crédito, se puede intentar revisar el pago mensual al mínimo. Las dos opciones aumentarán los intereses a pagar por la deuda a largo plazo, pero darán la estabilidad necesaria para trazar un plan para terminar con las deudas.

Crea un plan de pagos

 

Ajustar el presupuesto para ingresar más de lo que pagas en deuda es el primer paso de un plan para terminar con el sobreendeudamiento. Con ese dinero extra ya puedes diseñar una hoja de ruta para abonar tus obligaciones.

Así es como se hace:

  1. Hacer una lista con todos los préstamos, tanto los que tienen intereses como los que no.
  2. Ordénalos por la cantidad pendiente de pagar primero y por el tipo de interés después.
  3. Usa el dinero vas ahorrando cada mes para adelantar el préstamo más pequeño, salvo que haya alguna tarjeta de crédito que sea asequible y tenga un interés muy alto.
  4. Una vez termines de pagar el préstamo, usa ese capital para amortizar de forma anticipada el siguiente préstamo de la lista y sigue así hasta terminar con todos.

En caso de que con la primera acción no se consiga generar un flujo de caja positivo (gastar menos de lo que ingresas) habría que estudiar alternativas como una refinanciación de deuda, por ejemplo.

 

Cómo evitar el sobreendeudamiento

 

Una vez terminada de pagar la deuda, es importante evitar volver a caer en esta situación,  controlar la deuda y gestionar el dinero correctamente.

La forma más sencilla de hacerlo es no pagar con tarjeta de crédito y, en caso de hacerlo, que sea bajo la modalidad de pago total aplazado.

También ayuda llevar un presupuesto con los gastos e ingresos que permita ver cuánto dinero se destina cada mes a pagar la deuda y calcular el patrimonio neto cada seis meses.