7 claves para invertir en crowdfunding

La necesidad de financiación de pymes y emprendedores puede ser una oportunidad para obtener rendimiento del capital que se les presta a quienes están interesados en descubrir nuevas formas de inversión.

 

El mundo de la inversión es flexible, rico, variado. Tanto, que prácticamente es posible conformar una cartera por persona. Hasta tal punto puede llegar la individualización en este ámbito. Así que son muchas las formas de sacarle rentabilidad al dinero. Existen los productos financieros más tradicionales, con un largo recorrido y cuya efectividad se encuentra contrastada en el sector bancario, hasta otros de más reciente creación. En las próximas líneas nos centraremos en uno de estos últimos, en ofrecer distintas claves para invertir en crowdfunding.

 

Qué es el crowdfunding

Aunque se trata de un concepto ya bastante conocido, no está de más refrescar la definición de crowdfunding. Pues bien, el también llamado crowdlending busca combinar la necesidad de emprendedores y de pequeñas y medianas empresas de acceder a financiación con el interés de los inversores por obtener rendimiento de sus capitales. Así que en el crowdfunding se apuesta por facilitar la actividad a los negocios, ya sea como préstamo o como donación, ya sea al empezar o con el objetivo de expandirse, para, con el tiempo, recoger los frutos de la inversión en forma de beneficios.

 

Invertir en crowdfunding

¿Qué conviene tener en cuenta en la inversión en crowdfunding? Seguro, los 7 aspectos que aparecen a continuación.

 

1. El crowdlending se apoya en plataformas de inversión colectiva, es decir, que varias personas -en ocasiones, muchas- financian un proyecto empresarial mediante pequeñas aportaciones de capital. Entre aquéllas, The Crowd Angel, Kickstarter, Verkami, Lánzanos, Indiegogo, etc. Su papel es evaluar la solvencia de la empresa en cuestión y otorgarle una calificación crediticia.

 

2. Aunque el funcionamiento de estas plataformas es, en esencia, similar, cada una tiene sus particularidades. Así que, al invertir en crowdfunding, hay que considerar esas variables: las comisiones que cobran, el tipo de proyectos en que invierten, si hay un periodo de permanencia mínimo, los gastos por venta de participaciones, etc. En todo caso, es preciso revisar en profundidad los detalles de financiación.

 

3. Del mismo modo, como es lógico, es fundamental analizar cada proyecto. De entrada, entenderlo. Pero también analizar la idea de negocio, la viabilidad del mismo, al equipo gestor, la historia de la empresa, el sector en el que opera… Todas las cuestiones básicas, en fin, para saber dónde se va a meter el dinero.

 

4. Como en cualquier otra inversión, resulta aconsejable diversificar. En otras palabras, invertir en varios proyectos al mismo tiempo.

 

5. El punto anterior puede dar a entender que el crowdfunding es para inversores con músculo financiero. Sin embargo, no tiene por qué ser así. La clave está en el tipo de empresa en la que se invierta y la plataforma a través de la que se haga.

 

6. Fiscalidad del crowdfunding. También como en el resto de las inversiones es clave considerar la parte que Hacienda querrá por las operaciones. En este sentido, hay que tener presente, para evitar sorpresas desagradables, que se pagan impuestos en el momento de vender las participaciones y se tributa por la diferencia entre el precio de compra y el de venta como ganancia o pérdida patrimonial en el campo de las rentas del ahorro.  

 

7. La inversión en crowdfunding, poco liquida. Por su propia naturaleza, esta actividad implica riesgo, puesto que la empresa puede no funcionar. Es más, incluso siendo un negocio rentable, en general, no se recupera la inversión con rapidez.

 

¿Invertir en crowdfunding es para todos?

El riesgo mencionado hace que el crowdlending sea para ciertos perfiles. Los que tengan una aversión media o alta a aquél pueden optar por otras posibilidades, por ejemplo, los depósitos bancarios.

 

Incluso para quienes sí tienen claro su perfil de riesgo, hay otras alternativas de inversión más tradicionales como la inversión directa en bolsa o en fondos de inversión.

 

En cualquier caso, cabe destacar que unas y otras inversiones son compatibles. De hecho, puede diversificarse con una combinación de productos que presenten distintos grados de riesgo, diferentes horizontes temporales y variedad en su tipología. En este sentido, el crowdfunding puede servir como complemento para la parte de más riesgo y como herramienta para llegar a start ups y proyectos que todavía no cotizan en bolsa.