Depósitos y cuentas remuneradas: diferencias y cuándo contratar cada uno

Descubra las diferencias entre depósitos a plazo y cuentas remuneradas, y cuándo es el momento ideal para contratar cada uno. ¡Entre ya!

Depósitos y cuentas remuneradas son dos de las opciones más recomendadas para sacar partido a los ahorros con un perfil conservador o para maximizar el rendimiento del dinero parado a corto plazo.

En ese objetivo común, su seguridad y una remuneración similar terminan los parecidos y empiezan las diferencias entre depósitos y cuentas remuneradas. Estas diferencias son las que harán que sea mejor contratar uno u otro en función de cada situación.

 

Qué es un depósito

 

Un depósito a plazo fijo es un producto de ahorro conservador. Su funcionamiento es muy sencillo. El cliente entrega una cantidad de dinero al banco por un periodo previamente pactado. Al final de este, la entidad le devuelve el capital aportado más un interés pactado también de antemano.

A partir de ahí, existen depósitos a diferentes plazos, desde tres meses hasta varios años, así como depósitos combinados y estructurados. En todos los casos, la clave de los depósitos es que el dinero estará bloqueado y no se podrá retirar sin perder la rentabilidad acordada o tener que hacer frente a alguna penalización.

 

 

Qué es una cuenta remunerada

 

Las cuentas remuneradas también son productos de ahorro, pero tienen un enfoque diferente a los depósitos y a las cuentas de ahorro (no son lo mismo, aunque se confundan).

En esencia, se trata de una cuenta bancaria que ofrece una rentabilidad por el saldo medio durante un periodo determinado. Es decir, paga unos intereses por el dinero que haya en la cuenta.

Para conseguir ese rendimiento es habitual tener que cumplir ciertos requisitos como domiciliar la nómina con el banco o ser un nuevo cliente.

 

 

Diferencias entre depósitos y cuentas remuneradas

 

Las cuentas remuneradas y los depósitos a plazo se parecen entre tres cosas:

  • Son opciones para ahorrar e invertir a corto plazo (aunque hay plazos fijos a 10 años). Por eso se suelen analizar de forma conjunta.
  • Están cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) con hasta 100.000 euros por cliente y entidad financiera. Esto hace que sean productos seguros.
  • Se conoce de antemano el rendimiento de la inversión. El inversor sabe antes de contratar el tipo de interés exacto cuánto recibirá para su dinero.

Desde aquí comienzan las diferencias entre cuentas remuneradas y depósitos. Estas son las principales.

 

 

Los depósitos son menos líquidos

 

Con un depósito, el cliente se compromete a mantener su capital bloqueado en el banco durante un periodo. En ese tiempo no podrá hacer rescates parciales y si recupera el capital antes de tiempo, normalmente perderá la rentabilidad pactada.

Una cuenta remunerada es como una cuenta corriente en términos de liquidez. Esto quiere decir que se puede ingresar y retirar dinero en cualquier momento. De hecho, se pueden hacer retiradas parciales sin penalización.

Eso sí, la mayoría de las cuentas remuneradas pagarán intereses en función del saldo medio durante el mes. Si se va reduciendo el saldo, el rendimiento será menor.

En resumen, las cuentas remuneradas son más líquidas que los depósitos.

 

 

Las cuentas remuneradas son más flexibles

 

Una cuenta remunerada permite ingresar dinero en cualquier momento, un depósito no. En una cuenta se puede sumar el ahorro mensual y obtener una remuneración por él, lo que hace que sean más flexibles y permitan obtener una rentabilidad creciente que aprovecha el interés compuesto.

 

 

Los depósitos ofrecen mejores rentabilidades

 

Pueden existir excepciones, pero en términos generales un depósito es más rentable que una cuenta remunerada, ya que ofrece tipos de interés más altos.

La razón es que la mayoría de las entidades premian esa seguridad de contar con el dinero del cliente durante un tiempo determinado frente a la liquidez inmediata.

 

 

Mínimo de inversión vs condiciones de contratación

 

La última diferencia entre depósitos y cuentas corrientes se refiere a las condiciones de contratación.

Los depósitos suelen incluir una inversión mínima que ronda los 10.000 euros para los plazos fijos más atractivos, aunque las hay menores.

Por su parte, una cuenta remunerada no tiene mínimos de inversión, pero sí condiciones de contratación, desde domiciliar la nómina o los recibos del hogar hasta hacer uso de tarjetas de crédito (aunque no siempre).

 

 

¿Cuál es mejor, el depósito a plazo fijo o la cuenta remunerada?

 

La realidad es que ningún producto es mejor que el otro. Simplemente, habrá uno que se adapte mejor a las necesidades de cada cliente.

La cuenta remunerada de ahorro es idónea para el dinero que puede hacer falta a corto plazo. Por ejemplo, para tener la parte del dinero del fondo de emergencias que preveas que puedes necesitar o para ir creando ese colchón.

Con la cuenta remunerada ahorro de EBN Banco tendrás una cuenta 100% operativa y libre, sin condiciones de contratación ni productos vinculados.

Por su parte, un plazo fijo puede servir para rentabilizar ese dinero que va a estar parado y obtener una rentabilidad superior.

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