¿Qué es el TIN y en qué se diferencia de la TAE?

El mundo financiero está lleno de términos y acrónimos. Dos de los más importantes para tomar decisiones y comparar productos son el TIN y la TAE. Tener claro qué es el TIN y que es la TAE le ayudará a conocer los intereses reales de un préstamo o la rentabilidad que puede esperar de sus inversiones.

¿Qué es el TIN?

 

El término TIN es el acrónimo de Tipo de Interés Nominal. Se puede definir como el porcentaje de intereses que paga un cliente al banco por un préstamo y también como el interés que devuelven productos como las emisiones de renta fija o un depósito bancario (ambos productos similares a préstamos).

Y es que, el TIN aplica tanto a determinadas inversiones como a préstamos. En ambos casos hace referencia sólo a los intereses que se pagan o se cobran por prestar dinero, sin incluir comisiones, gastos variables o productos vinculados. Para eso, como veremos más adelante, existe la TAE.

 

Cómo se calcula el TIN

 

El TIN es el porcentaje fijo o variable que cobra quien presta el dinero. Cada entidad financiera puede establecer el tipo nominal que considere oportuno para sus productos, siempre que no incurra en usura para los préstamos.

Por ejemplo, el Depósito a plazo fijo SinyconPlus ofrece un TIN del 3,16% a 12 meses.

Para calcular el efecto del TIN en un préstamo solo hay que multiplicar la cantidad invertida o prestada por el tipo nominal. Por ejemplo,  para un depósito a 12 meses con un tipo nominal del 3% y una inversión de 10.000 euros, la rentabilidad nominal sería de 300 euros y lo mismo con un préstamo de 10.000 euros en esas mismas condiciones.

A través de la TIN puede conocer la rentabilidad nominal de un préstamo y un depósito y compararlo con otras opciones de inversión o financiación.

 

¿Qué es la TAE?

 

La TAE es otro acrónimo. Son las siglas de Tasa Anual Equivalente, un indicador que suma información adicional al TIN en préstamos y determinadas inversiones.

La TAE de un préstamo recoge el tipo nominal y suma gastos y comisiones, igual que con la inversión en depósitos.

En concreto, la información de la TAE incluye:

  • El TIN o tipo nominal.
  • La estructura de pagos, que mide la frecuencia con que se cobran o pagan intereses,
  • Las comisiones de la operación, como por ejemplo la comisión de apertura o las comisiones por amortización o cancelación anticipada.
  • Otros gastos relacionados con la operación.

Lo que no incluye la TAE de un préstamo son ciertos gastos de formalización, como el notario, o el coste de productos asociados como los seguros en las hipotecas.

 

Diferencias entre TIN y TAE

 

La definición de ambos indicadores ya sirve para hacerse una idea de las diferencias entre TIN y TAE, que pueden resumirse en que el segundo es más completo que el primero.

Además de recoger el TIN, la TAE suma todos los gastos del préstamo. Por eso mismo la TAE siempre será superior a la TIN en un préstamo. Puede incluso darse el caso de préstamos al 0% con una TAE positiva porque sí incluyen una comisión de apertura.

 

¿Cuál es más importante?

 

Una vez aclarado en qué se distingue la TIN de la TAE, llega el momento de ver en cuál de los dos conviene fijarse a la hora de comparar préstamos. La respuesta es clara: para saber el coste real de un préstamo hay que prestar atención a la TAE y no al TIN.

El TIN informará sobre el tipo de interés que cobra el banco, pero la TAE se acercará más al coste real del mismo porque incluye más gastos.