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Los fondos representan uno de los instrumentos más utilizados por los inversores desde hace años. En especial, cuando la apuesta es a medio o a largo plazo. ¿Por qué? Por el sencillo motivo de que estos vehículos permiten al inversor particular acceder prácticamente a cualquier activo o mercado de la mano de un profesional. Es decir, que el primero puede aprovechar los conocimientos de éste y efectuar una inversión sofisticada o compleja sin tener nociones profundas sobre ella. De ahí, entre otras razones, el éxito que logran los fondos entre los inversores.

Primer punto: la inversión sin riesgo no existe. A partir de ahí, teniendo ese planteamiento perfectamente nítido en la mente, se abre un mundo de posibilidades ante la pregunta de dónde invertir dinero.

El mercado de fondos de inversión está lleno de opciones. Hay muchos fondos, pero no todos son iguales y por eso es importante saber hacer un análisis de fondos de inversión y qué elementos son claves para conocer su calidad.

Invertir a largo plazo presenta numerosas particularidades en función de la persona que la lleva a cabo y del producto al que se destina el dinero. Esos detalles hacen que cada operación sea un mundo que debe ser analizado con detenimiento.

La mayor profesionalización y especialidad de las finanzas están empezando a abarcar campos de temática actual. Tendencias globales como el envejecimiento de la población, la evolución de la robótica o incluso el cambio climático, vienen marcando un antes y un después como alternativas de inversión.

Antes de entrar en materia, en lo que a ratios se refiere, resaltar que todo Fondo de Inversión está referenciado a un benchmark. Es su índice de referencia, la prueba que tenemos para saber si el fondo lo está haciendo “bien” o lo está haciendo “mal”.